La Historia Contrafáctica: aprendiendo a través de la ficción

 


La historia contrafáctica es aquella que podría haber pasado o, lo que es lo mismo, que responde  la pregunta ¿qué hubiera pasado si…? 


En el siglo XIX este género comenzó a plantear algunas hipótesis sobre la historia. Sin embargo, su evolución, cada vez más alejada del análisis histórico, a la vez que el propio auge de la historiografía científica, hicieron que este genero quedase relegado a un  simple pasatiempo. De hecho, en 1930 paso a ser muy criticado por un gran número de historiadores. No fue hasta 1960 cuando comenzó a tener prestigio, al incorporarse como herramienta de investigación en los métodos científicos. Hasta los años 80 no se comenzó a reivindicar la gran utilidad de la historia contrafáctica y a valorar toda sus posibilidades. Finalmente, en 1990 se terminó construyendo  un marco teórico que permitiría a este género ser aplicado en ámbitos de historia y ciencias sociales. 

Podemos encontrar gran número de ensayos académicos que han contribuido a la visibilidad de la historia contrafáctica. Sin embargo, el gran interés de la sociedad contemporánea por la historia ha contribuido a usar la ficción para cuestionar el presente a través de diferentes medios como la literatura, el cine o los videojuegos.

Las primeras aplicaciones de la historia contrafáctica a la didáctica de la historia fueron realizadas por Wayne Dumas en 1969, demostrando que, a través de actividades de este tipo, se planteaban desafíos estimulantes que promovían la comprensión de la causa y efecto que se produce en cualquier acontecimiento histórico. Bajo esta fórmula el alumno muestra una mayor motivación frente a la historia, ya que él forma parte activamente en esa construcción y es el responsable de tener en cuenta todas las variantes que pueden verse afectadas. Con esta actividad se pretende que mediante la realización de un relato histórico ficticio se consiga entender mejor la historia que sucedió realmente.

Como hemos mencionado anteriormente, hubo que esperar a los 90, con el uso didáctico de los videojuegos, a que la historia contrafáctica llegara de forma generalizada a las aulas y  se reconociera su utilidad como instrumento en la educación democrática, la comprensión del mundo actual y la valoración de las consecuencias que conllevan nuestras acciones. De este modo, los alumnos pueden plantearse como sería nuestro presente si las decisiones del pasado hubieran sido otras y les ayuda a comprender que las decisiones de hoy pueden condicionar el futuro.


Con este tipo de actividades se busca comprender la historia desde una perspectiva holística, dando la oportunidad a los alumnos de que comprendan que todos los factores que rodean a un acontecimiento histórico influyen de una manera u otra y pueden determinar su desarrollo. Además, el papel activo que adquiere el alumno, el cual le permite, mediante la utilización de diversas actividades en esta línea,  poder realizar relatos ficticios, siendo él quien decide y comprueba las consecuencias de sus propias decisiones, lo cual resulta una herramienta muy poderosa para desarrollar el pensamiento crítico de nuestros alumnos y, además, les ayuda a comprender la historia, suscitando interés y motivación por hechos que , en ocasiones, despiertan cierta apatía ante el alumnado. Lo destacable de todo esto es que, al conseguir motivarles, estamos abriéndoles una puerta al conocimiento, a partir del cual conseguiremos dejar una huella que les ayude en su formación como personas gracias a un aprendizaje significativo.

Fuente: Pelegrín, Julián (2014) La historia contrafáctica y la didáctica de la historia. Íber. Didactica de las ciencias sociales, geografía e historia. (78) 53-60  🔗



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