La clase de al lado




 El documental muestra una experiencia educativa desarrollada con alumnos de instituto durante unos meses. Así, recibieron el acompañamiento y el apoyo de profesionales del ámbito social que, a través de dinámicas de teatro, lograron conectar con sus miedos, sus sueños y sus esperanzas.

Tras el visionado de este documental, el cual recomiendo activamente, propongo estas preguntas para que participe todo aquel que quiera y reflexione sobre el difícil camino por el que algunos adolescentes sin confianza transitan por el sistema educativo. Animate y déjame tu comentario abajo. 

Aquí os dejo mis respuestas. 


¿Qué diferencia encontramos entre disciplina y confianza entre el grupo de adolescentes?

 

Tras ver el documental podemos afirmar que la disciplina es un término con el que todos ellos están familiarizados y, sin embargo, la confianza es algo que van experimentando a lo largo de las diferentes dinámicas que va proponiendo la docente como guía de este aprendizaje. 

 

Esto nos enseña que ese grupo de adolescentes no tiene un problema de disciplina, que es lo que muchas veces nos lleva al error de imponer una disciplina más estricta, sino que sufren un problema de confianza: falta de confianza hacia la profesora, falta de confianza entre ellos mismos como grupo e, incluso, falta de confianza hacia sí mismos, lo que les ha llevado a no tener ninguna expectativa ni de tener un buen profesor, ni de fallar a sus familiares o amigos (pues creen que ya lo hacen) ni de pensar que son perfectamente válidos y capaces. 



¿Qué conexiones ha hecho el documental con tu yo adolescente?

 

En mi caso, me ha venido al recuerdo una frase que cualquiera de mi generación tenemos grabada en la mente: “si no vales para estudiar, tendrás que valer para trabajar”. Muchos de los diálogos de los adolescentes en las entrevistas me hacían pensar que, de alguna manera, ellos sentían lo mismo que yo entonces, con la diferencia de que ahora con la crisis social y económica muchos de ellos ni siquiera se verán capaces, válidos o merecedores de encontrar un trabajo y esto les desmotive a intentarlo.

 

Dicen que el autoconcepto se forma en los primeros años de vida. Sin embargo, pienso que la adolescencia es otro periodo muy sensible, pues puede hacer que dicho autoconcepto cambie por completo y, consecuentemente, determine el futuro de tu vida, pues si tu no crees en ti mismo acabas tomando decisiones equivocadas.

 

Por suerte, yo encontré mi motivación, aunque pasada la adolescencia, teniendo la oportunidad de reincorporarme al sistema educativo. Otros no tienen la misma suerte. 

 

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